por Wilbert Antonio Caamal Cauich · Muuch Kambal A. C.
Con el humo tranquilizante del incienso, esparciéndose dentro de una cabaña, en el centro encontramos una especie de círculo realizado con flores y hojas de jabín, un árbol frondoso que es muy conocido en la región de los mayas. Dentro del círculo, nos enamoran los diversos colores vivos de los granos de las mazorcas ofrendados por milperos de la región de Los Chenes (conocido a las comunidades de Hopelchén). Cuatro veladoras encendidas colocadas en puntos estratégicos que representan los cuatro puntos cardinales que en lengua maya son: CHIK’IN (Oeste), XAMAN (Norte), LAK’IIN (Este), NOHOL (Sur), 13 vajillas mayas conocidos como luuch que contienen el sagrado saka “pozol sagrado”, es mismo número de luuches con chocolate caliente, en el centro encontramos el luuch más grande rellenado con agua para que no falte la humedad en la tierra. Sin duda alguna, no podía faltar como ofrenda ,los tamales por ser el día de la candelaria.
Alrededor del círculo se encuentran cuatro personas que trazan los puntos cardinales. Un hombre y una mujer representando la comunidad de Chacsinkín, Yucatán. Otra pareja simboliza al municipio de Hopelchén, Campeche. Una mujer mestiza maya con un gran conocimiento de la cultura, con una voz fuerte y clara menciona : “Corazón del cielo, corazón de la tierra, corazón del agua, corazón del fuego, en los montes altos y en los montes bajos, hoy día kan (fecha especial en el calendario maya) venimos a presentar nuestras ofrendas y dar las gracias, a pedir perdón por todo lo que hayamos ofendido a nuestra madre tierra, a pesar de nuestro falta de respeto, el sagrado maíz espera que lo comamos para que nos de fuerza a nuestro cuerpo para seguir cuidándolo”
Es así como da inicio al primer intercambio de experiencias en el rescate de maíces criollos celebrado el 2 febrero del 2021 en la comunidad de Chacsinkín, Yucatán entre miembros de la organización, Guardianes de las Semillas y productores de las comunidades del municipio de Hopelchén, Campeche involucrados en la producción de la milpa y miembros de la organización Muuch Kambal A.C. Como apertura del día, se realizó la actividad de una ceremonia maya como muestra de agradecimiento por la finalización del ciclo anterior de producción de maíz, donde los productores de las dos organizaciones, ofrendaron las mazorcas de diferentes colores y las más hermosas de su producción. Se dio la dádiva del saká (pozol sagrado de los mayas), tamales, desde sus respectivos lugares cada productor en silencio con su corazón hablante, dio agradecimiento por los frutos de la tierra y nuestros ancestros por la sabiduría obtenida.
La enseñanza de guardianes para guardianes
Los que coordinaron el evento fueron los integrantes de la organización maya Guardianes de las semillas (Káa nán iinájóob) al sur de Yucatán. Su centro de trabajo se encuentra en la comunidad de Chacsinkín, en el centro comunitario “Noj Naj”. Uno de los personajes más longevos de la organización y con amplio conocimiento en las técnicas tradicionales del rescate de las semillas criollas es don Roger May Can de 56 años de edad, oriundo de la comunidad de Chacsinkín, es una persona de cabello canoso, tez moreno y con un acento peculiar de la región maya. Él se encarga de dar seguimiento al proceso del cuidado de las semillas y elaboración de preparados orgánicos. Don Roger nos cuenta que su organización se inició al conformarse en el año 2003, después del paso del devastador huracán “Isidoro” que provocó una pérdida de cultivos de maíz y semillas que las personas guardaban en sus comunidades, ese fue el principal motivo de su creación, para impulsar la conservación de las semillas criollas, a su reproducción de manera mejorada y a defenderla.
Tuvieron que pasar 10 años de experiencias y actividades de preservación de semillas nativas, que los llevó a consolidar su organización en el año del 2014. Nos menciona que los Guardianes de las Semillas son indígenas mayas que están ubicados en diez comunidades del sur de Yucatán. Como método importante de organización se basan en los ciclos agrícolas y el Xok K'iin (cabañuelas maya) de ahí parte la planeación, organización de las actividades de la milpa. Continuando con las actividades del intercambio, se proyectaron por parte de los técnicos de la organización Muuch Kambal, el trabajo que se realizó el ciclo anterior con las semillas criollas que recibieron por parte de los Guardianes de las Semillas. Compartieron fotos de los proceso de trabajo desde la siembra, la aplicación de microorganismos de montaña, el control biológico de plagas, una ceremonia colectiva de la comunidad de Huechil en Hopelchén.
Los Guardianes de las Semillas, a través de su larga experiencia con el trabajo con semillas nativas respondieron las preguntas a los productores de Hopelchén, entre las que destacan el manejo de las variedades Xnuk nal, nal xoy, nal tel, xmejenal, entre otros. Los métodos de siembra, los tipos de fertilizantes orgánicos que se aplican y la edad de las plantas en que son aplicados. El proceso de control de plagas, la cosecha, la selección de semillas, el resguardo de semillas y las variedades con el tipo de clima.
Los granos de ilusión de los hombres de la milpa
Después de las explicaciones técnicas de los promotores de los guardianes de las semillas y el intercambio de conocimientos, los productores de los dos estados de la península se congregaron alrededor del altar en forma de círculo. Se les ofreció una vela como símbolo del compromiso con las semillas y con sus organizaciones, al momento de encenderla se les pidió que expresaran sus sentimientos. “Es el mismo pensamiento que tenemos y el sentimiento con ustedes, antes de decir que soy técnico digo que soy milpero porque de esta manera me recuerdo a mi mamá y a mi papá.”: expresó uno de los promotores de Guardianes de las Semillas.
Otro sentimiento que hizo eco entre los asistentes fue la de Margarita Noh Poot, quien dirigió la ceremonia: “Nosotros somos los herederos de las semillas, el espíritu del maíz no es vendible, tampoco la tierra es vendible, las semillas y la tierra son sagradas, el maíz que recibieron es un maíz con espíritu, somos hijos milperos con sentimiento de conservar.”
Después de la ceremonia, Don Roger envió un mensaje a las nuevas generaciones: “La milpa es lo principal para tener alimento, exhorto, pido a los jóvenes a las futuras generaciones que no se olviden del maíz, no se olviden de su cultura, que no se olviden de nuestra lengua maya, y principalmente que no se olviden del trabajo de la milpa porque de ahí viene nuestro sustento familiar. Invito a seguir el movimiento de lucha de resistencia por la soberanía alimentaria conservando las semillas nativas”
CONTACTO
Roger May · 997 118 8529
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