Mujeres que impulsan a otras mujeres: Liderazgo y transformación desde las ruralidades

PPD México
15 oct
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En el Día Internacional de las Mujeres Rurales, reconocemos su papel esencial en la construcción de comunidades resilientes, sostenibles y justas.

Cada 15 de octubre, se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Rurales, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas para reconocer el papel crucial que desempeñan las mujeres en las zonas rurales. Ellas son guardianas de la biodiversidad, productoras de alimentos, cuidadoras de la vida y pilares fundamentales en la economía de sus comunidades. Sin embargo, continúan enfrentando múltiples desigualdades y desafíos que limitan su pleno desarrollo. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, el 34.7% de las mujeres en comunidades rurales reportaron haber sufrido algún tipo de violencia en los últimos 12 meses. A esto se suma la sobrecarga de trabajo doméstico y de cuidados, que muchas veces impide su participación activa en procesos de toma de decisiones o en actividades económicas.

En este contexto, el ODS 5: Igualdad de género cobra especial relevancia, ya que busca eliminar todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres y niñas, garantizar su participación plena y efectiva en todos los ámbitos, y reconocer su trabajo no remunerado, promoviendo políticas que respondan a sus necesidades y realidades, especialmente en contextos rurales.

En México, el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del FMAM, implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ha reafirmado su compromiso con el fortalecimiento del liderazgo de las mujeres rurales a través del Plan de Acción de Género del programa. Este compromiso se traduce en acciones concretas que buscan impulsar su autonomía, promover su participación en la gestión de los recursos naturales desde un enfoque inclusivo y de derechos humanos, que fortalezca el tejido social en sus comunidades.

Con el acompañamiento del Centro de Apoyo Solidario Documentación y Estudio (CASDE) A.C. y Mujeres, Organización y Territorios (MOOTS) A.C., se llevó a cabo un proceso de fortalecimiento de lideresas comunitarias. En este participaron 60 mujeres del sur-sureste de México, todas ellas colaboradoras en proyectos comunitarios apoyados por el PPD, quienes comparten una visión común: incluir y potenciar las capacidades de más mujeres en sus comunidades.

Durante 4 talleres realizados en San Cristóbal de las Casas (Chiapas), Tenosique (Tabasco), y dos en Úcu (Yucatán), las participantes vivieron experiencias transformadoras que les permitieron explorar y fortalecer su liderazgo.

“A través de ejercicios de memoria, arte y reflexión, reafirmaron que el liderazgo no es solo una tarea, sino una manera de acompañar y sostener a otras” - MOOTS A.C.

Trabajaron reconociendo su historia y voz propia, identificaron la relación que tenían con el dinero y aprendieron estrategias de autocuidado y cuidado colectivo. Estas actividades buscaron crear un espacio seguro para que las mujeres compartieran sus experiencias y reconocieran sus habilidades y sentimientos.

“Aquí comprendí que liderar no es hablar más fuerte, sino escuchar mejor y confiar en lo que ya sabemos.”- Laura Hernández, Cooperativa Majomut, Chiapas.

“Los talleres son espacios de aprendizaje y desestrés, en donde nos enseñan la importancia de darnos un tiempo para nosotras mismas.” - Hilaria Acosta, Ejido Sabancuy, Campeche.

En palabras de MOOTS A.C., “estos espacios se vivieron como una oportunidad para detenerse, mirarse y reconocerse entre pares; para compartir saberes y experiencias que fortalecen la organización, el liderazgo, la autonomía económica y el cuidado de la vida en los territorios. Se fortalecieron redes vivas de acompañamiento, donde las mujeres reconocieron sus voces, su valor y su poder para transformar su entorno”.

“Este espacio me recordó que no estoy sola; que lo que aprendemos juntas se queda en nosotras y se lleva a nuestras comunidades.” - Claudia Martínez, grupo de ahorro Loma Linda, Tabasco

Para garantizar la continuidad de este proceso, el equipo facilitador elaboró Manuales de Facilitadoras Comunitarias para el Fortalecimiento de Liderazgos de Mujeres Rurales, que son herramientas prácticas que permitirán a las participantes replicar los talleres en sus comunidades y grupos organizados, a través de rutas metodológicas flexibles que abordan ejes del empoderamiento como: voz propia, toma de decisiones, empoderamiento económico, cuidados colectivos y autocuidado. Además, habrá sesiones de acompañamiento virtuales para dar seguimiento, intercambio y apoyo mutuo entre las nuevas facilitadoras comunitarias.

Desde la mirada de CASDE A.C., las mujeres participantes han demostrado estar preparadas para liderar procesos de formación en sus comunidades. Sin embargo, para que este liderazgo florezca y se sostenga, es fundamental que cuenten con acompañamiento continuo y espacios seguros donde puedan compartir, aprender y sanar de manera colectiva. Su labor en la conservación de los ecosistemas y en la vida comunitaria es esencial, pero para que esta tarea se mantenga en el tiempo, también es necesario fortalecer los vínculos personales y las redes de apoyo entre ellas. Reconocer y nutrir estos liderazgos es una apuesta por el desarrollo sostenible, donde la igualdad de género no es solo un objetivo, sino una condición indispensable para transformar los territorios desde la raíz.

Este 15 de octubre, celebramos a todas las mujeres rurales que, desde sus territorios, lideran, cuidan, enseñan y transforman. Mujeres que impulsan a otras mujeres. Mujeres que, con cada paso, abren caminos para que otras también puedan andar.

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