Declaratoria de las comunidades promotoras de Zonas de Refugios Pesqueros en México

Mérida, Yucatán, 3 de diciembre del 2025

Declaratoria creada en el marco del 5o Summit Latinoamericano por la Sostenibilidad Pesquera y Acuícola.

Nosotras, las comunidades del litoral de México, reunidas en el marco del 5o Summit Latinoamericano por la Sostenibilidad Pesquera y Acuícola, reconocemos que las Zonas de Refugio Pesquero (ZRP) son áreas estratégicas para la reproducción y recuperación de especies marinas, la seguridad alimentaria y la permanencia de nuestra cultura pesquera. Desde 2012 hemos impulsado estos refugios como una estrategia comunitaria clave para la recuperación de la biodiversidad, la resiliencia frente al cambio climático y la sostenibilidad de los medios de vida. Afirmamos que estas zonas no son simples polígonos en el mar, sino ecosistemas vivos que garantizan alimento, empleo y bienestar para nuestras comunidades.

Esta declaratoria, redactada el 3 de diciembre de 2025, en Mérida, Yucatán, surge de la voz colectiva de quienes habitamos y cuidamos las costas y pesquerías de México. Las comunidades coincidimos en que la continuidad y efectividad de las ZRP requiere el esfuerzo de todos los sectores involucrados, nos manifestamos y declaramos en los siguientes temas:

Financiamiento

Las comunidades pesqueras valoramos que las ZRP son espacios fundamentales para la reproducción, recuperación y permanencia de las especies de valor comercial, recreativo y ecológico para un buen futuro de nuestra actividad. Sin embargo, su manejo implica altos costos (de vigilancia, monitoreo, equipamiento, jornales, gasolina y en la organización comunitaria) que recaen en gran medida en nuestros grupos organizados que hoy en día no contamos con apoyos suficientes y permanentes. Por ello, solicitamos la creación de un programa o fondo específico para el manejo integral de las ZRP, que garantice equipamiento básico, que incluya lanchas, motores de bajas emisiones (preferentemente eléctricos o con tecnología limpia), equipo de buceo, radios y seguridad, entre otros, aunado a la colaboración efectiva con las autoridades para realizar vigilancia y monitoreo biológico. Asimismo, se requiere el impulso de actividades económicas complementarias, como turismo comunitario, pesca deportiva de captura y liberación, maricultura, entre otras, que permitan financiar de forma sostenible el manejo de las zonas. Para la sostenibilidad de estas iniciativas, proponemos trabajar de manera coordinada para definir indicadores socioeconómicos que permitan evaluar los beneficios reales de las ZRP en términos de generación de empleo, ingresos y mejora en la calidad de vida. Se pide que las organizaciones aliadas y financiadores no nos abandonen, se requiere que trabajemos juntos a largo plazo para asegurar que las ZRP no solo existan en papel, sino que funcionen y sigan dando vida a nuestras comunidades.

Legalidad y seguridad

Cualquier Zona de Refugio Pesquero efectiva requiere una normativa fuerte, tanto escrita como aplicada. Las personas que se dedican a la vigilancia deben recibir capacitaciones especializadas, para obtener acreditaciones. Los grupos organizados debemos implementar programas de vigilancia comunitaria y socialización y, requerimos apoyo de las autoridades para la aplicación de la ley. Se propone crear una unidad especializada y capacitada dentro de la Fiscalía General de la República, que entienda las particularidades del sector pesquero y cuente con la facultad de implementar sanciones en el ámbito pesquero. De igual forma, requerimos más coordinación entre las autoridades pesqueras, ambientales, el Ministerio Público y la Marina para asegurar operaciones efectivas y eficientes. Podemos colaborar en la implementación de los mecanismos que se diseñen para efectivamente sancionar a las personas infractoras. Se debe realizar una revisión a fondo de las leyes de pesca para cerrar los vacíos legales que permiten a los infractores salirse y reincidir en las malas prácticas. Por último, se debe garantizar la seguridad e integridad de las personas que vivimos del mar, tanto las que participan en la vigilancia comunitaria como los y las pescadores/as responsables de cada comunidad.

Adicionalmente, las leyes y mecanismos internacionales enfocados a la conservación deberían considerar nuestras ZRP, que son fuente de biodiversidad, almacenan carbono en los pastos marinos, manglares y arrecifes. Al obtener fondos o diseñar mecanismos para la conservación, solicitamos que se consideren las ZRP y su valor como mecanismo de conservación comunitaria marina. Estamos en primera línea frente a la crisis climática y las políticas de mitigación y adaptación pueden considerar también a los ZRP.

Juventudes

En las comunidades costeras reconocemos la educación ambiental como una herramienta fundamental para crear conciencia en todas las generaciones, sobre el cuidado de nuestros ecosistemas y territorios, al valorar la biodiversidad y relacionarlo con los medios de vida comunitarios. Consideramos que debe ser responsabilidad del Estado, incluir de manera formal en los planes de estudio de todos los niveles educativos la educación ambiental contextualizada a las características comunitarias. Las comunidades tenemos un fuerte compromiso con la sensibilización de las infancias, niñeces, adolescencias y juventudes en los temas de cuidado de nuestros recursos naturales, por lo que asumimos el compromiso de fortalecer los procesos de educación y sensibilización ambiental. Para ello hacemos un llamado a la vinculación con varios sectores (fundaciones, ONGs, gobierno, etc.) para capacitar a los comités comunitarios en estrategias pedagógicas, de divulgación y en temas específicos de la localidad, así como el apoyo para garantizar que se cuente con materiales y equipos necesarios para reforzar estos procesos en todos los niveles educativos.

Participación plena de las mujeres

Destacamos el valor que han dado las mujeres al integrarse a las actividades de las ZRP, ya sea por necesidad, solidaridad, valentía o el querer cambiar los estereotipos. Consideramos que la participación igualitaria de mujeres y hombres enriquece los procesos organizativos a partir de la unión, el respeto y el reconocimiento mutuo. La incursión de mujeres en roles diferentes a los establecidos ha permitido fortalecer sus posiciones comunitarias de liderazgos y toma de decisiones. Esto favorece la conservación de la biodiversidad, diversifica las actividades económicas y fortalece el tejido social. Ante este panorama, exigimos que cualquier programa, apoyo, legislación o intervención que se realice en nuestros territorios tenga perspectiva de género y promueva acciones que permitan la participación plena de las mujeres en toma de decisiones, eventos y actividades técnicas, de vigilancia, monitoreo, etc. Particularmente solicitamos garantizar la participación de las mujeres en capacitaciones técnicas, procesos educativos y actividades turísticas vinculadas a las ZRP.

Capacidades

Las cooperativas proponen fortalecer capacidades básicas adecuadas al tamaño y el objetivo del refugio, mediante un programa integral de formación y equipamiento que incluya una adecuada planificación del proceso de capacitación, así como del plan de manejo, monitoreo y vigilancia. Dichos planes deberán ser adaptativos, ajustándose a los resultados del monitoreo biológico y socioeconómico para garantizar su efectividad. Adicionalmente, proponemos la promoción de intercambios periódicos entre comunidades del litoral nacional, para compartir experiencias y buenas prácticas en la gestión de ZRP.

Es indispensable acompañar estas capacidades con equipamientos básicos para monitoreo y vigilancia como: equipo de buceo, chalecos, seguro DAN, embarcaciones, dispositivos de rastreo satelital “chips” para embarcaciones, así como herramientas y equipos de denuncia segura. Además, se deben fomentar espacios de encuentro y difusión entre pescadores y comunidades costeras, en donde se promueva la transparencia y planes de contingencia, asegurando así la operación continua de las ZRP.

Vinculación

Las comunidades pesqueras, hemos navegado solas durante gran parte de nuestra historia. Con el tiempo y gracias a nuestro conocimiento empírico del mar, hemos constatado que para que nuestros ecosistemas funcionen adecuadamente no debemos romper la conexión que los sostiene. Comprendemos que nuestras pesquerías han sido afectadas fuertemente y es de vital importancia su recuperación, para ello las Zonas de Refugio Pesquero son parte fundamental de la solución.

Como comunidades, decidimos ceder voluntariamente áreas de pesca para permitir la recuperación de nuestros recursos, sin embargo, este proceso no se logra solo con ceder, sino trabajando en conjunto, coordinando, comunicando y fortaleciendo a nuestro sector y a las comunidades costeras que participan en este gran esfuerzo para lograr recuperar y mantener un buen ecosistema marino.

No hay tiempo que perder, hoy solicitamos a las instituciones correspondientes la creación de una Comisión regional, nacional y estatal para las ZRP en México, que articule, respalde y gestione los esfuerzos necesarios para realizar el diseño, implementación, permanencia y diversificación de nuestros refugios marinos. En este esfuerzo, reconocemos el valor de las instituciones académicas, que aportan información científica para la toma de decisiones; a las asociaciones civiles, que impulsan y fortalecen a nuestras comunidades con las habilidades y herramientas necesarias para el manejo de las ZRP; asimismo, consideramos parte fundamental a los tres órdenes de gobierno en la medida de sus atribuciones; y por supuesto a las propias comunidades.

Organización comunitaria

Como comunidad afirmamos que la organización surge desde nosotros mismos y que escuchar nuestras propias necesidades ha sido clave. Durante mucho tiempo estuvimos desorganizados, pero cuando enfrentamos problemáticas como la pesca ilegal y la baja captura decidimos unirnos, formar grupos de trabajo y construir soluciones paso a paso. Hemos aprendido que la participación, el reconocimiento de nuestras capacidades y la elaboración conjunta de estrategias fortalecen nuestro trabajo. También entendemos que la desinformación y las tensiones internas dificultan la organización, y que la presencia de actores externos que no respetan nuestros acuerdos genera conflictos.

Por eso creemos que es necesario fortalecer nuestra organización, identificando a quienes deben participar, reconociendo liderazgos y creando formas de trabajo claras para cada ZRP. También valoramos la importancia de reunirnos con otras comunidades para compartir experiencias y apoyarnos, porque todas enfrentamos situaciones parecidas y podemos aprender unas de otras. Además, necesitamos espacios propios para tomar decisiones y un plan que nos permita que nuestras ZRP sigan funcionando con nuestra organización, sin depender de actores externos. Este proceso lo hemos ido construyendo paso a paso y refleja lo que vivimos y lo que estamos buscando mejorar para el bien de la comunidad.

Convocamos a las instituciones federales, estatales y municipales, a las organizaciones de pesca y conservación, al sector privado y a la sociedad civil a sumarse a este esfuerzo. Las ZRP son una estrategia probada para regenerar la biodiversidad, fortalecer los medios de vida y asegurar el futuro de la pesca en México. Cuidar el mar es cuidar la vida.