Ganadería Biodiversa y Resiliente al Cambio Climático
- PPD México

- hace 5 días
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En México, especialmente en los ecosistemas tropicales, la ganadería ha sido históricamente uno de los principales motores de la deforestación y pérdida de la biodiversidad. Por ello, en los últimos años se promueven cada vez más esfuerzos por transformar las prácticas ganaderas tradicionales hacia sistemas silvopastoriles que permitan restaurar tierras degradadas.
El PPD México del PNUD, en su fase operativa 7 ha financiado distintos casos de éxito en la implementación de sistemas silvopastoriles que siguen demostrando que es posible realizar una actividad rentable y productiva mientras se recuperan ecosistemas sanos y biodiversos.

En la comunidad de Matamoros, en Escárcega, Campeche, se implementó el proyecto Sistemas silvopastoriles y buenas prácticas ganaderas en el cual 15 productores y 4 productoras fortalecieron capacidades para la instalación y manejo de cercos eléctricos para el pastoreo rotacional, rehabilitaron 30 hectáreas de potreros con la siembra de pastos mejorados, cercas vivas y bancos forrajeros, además, participaron en el taller “ganadería con perspectiva de género” en el cual las y los productores reflexionaron sobre los roles familiares en la actividad ganadera y como cerrar las brechas de desigualdad.
“El taller nos gustó mucho porque aprendimos que el trabajo que hacemos también es importante para la ganadería y que también podemos aprender cosas nuevas del trabajo en el campo” - Patricia Sánchez Pérez, productora ganadera del ejido Matamoros.
En Calakmul, Campeche, Iniciativa DICOS acompañó el proceso de implementación de mejores prácticas ganaderas con el proyecto “Mejoramiento de cobertura arbórea en áreas ganaderas” con el cual 12 familias productoras de 3 comunidades recibieron acompañamiento técnico para el diseño e implementación de sistemas silvopastoriles, formación en instalación y mantenimiento de cercos eléctricos, así como intercambios de experiencias en mejores prácticas ganaderas.
Para Don Enan, productor ganadero de la comunidad de Gustavo Díaz Ordaz, el proceso de transformación de su parcela ha sido notable:
“Cuando vi [durante el intercambio de experiencias] como trabajaban esto de los sistemas silvopastoriles, me gustó porque no se necesitan potreros muy grandes. Y ahora ya con el arreglo que hicimos con filas de pasto y huachin(Leucaena leucocephala) el ganado se alimenta mejor”

En una región como Calakmul, en donde la coexistencia entre familias productoras y la fauna silvestre puede llegar a ser conflictiva, la implementación de sistemas silvopastoriles con el uso de cercos eléctricos permite también reducir la depredación del ganado por felinos como el jaguar o el puma, permitiendo la coexistencia pacífica.
Por otra parte, los productores de Calakmul enfrentan constantemente sequías severas y poca disponibilidad de agua, por lo que han implementado estrategias innovadoras para resolver este problema. En una primera etapa se instalaron captadores de agua de lluvia movibles con capacidad de 30 mil litros, que funcionan como almacenamiento de emergencia durante los momentos más críticos de la temporada de seca. Más recientemente los productores del proyecto están realizando pruebas piloto con bombas solares, que permitirán llevar el agua de los captadores a los bebederos en los potreros rotativos.
El proyecto también permitió espacios de reflexión entre las familias productoras sobre los roles tradicionales de género en la ganadería y se visibilizaron las jornadas de doble o triple trabajo que hacen las mujeres dentro de la economía familiar.
En la comunidad de El Bejucal, municipio de Tenosique, Tabasco, la Comunidad de Aprendizaje Local (CAL) “Naturaleza y Esperanza” con el acompañamiento de Mujeres, Organización y Territorio A.C. han impulsado ranchos modelo de ganadería silvopastoril que sirven como escuelas de campo para la difusión de buenas prácticas ganaderas para otras CAL de la cuenca del Río Usumacinta.
“Aprendimos juntos cómo los árboles, los cultivos y los animales pueden convivir en equilibrio, cuidando la tierra y fortaleciendo la vida en comunidad” - Lázaro Chavarría de la comunidad de El Bejucal.

En el sur de Yucatán, 10 comunidades pertenecientes a cuatro municipios participaron en el proyecto “Modelo inclusivo y equitativo para restaurar paisajes ganaderos” impulsado por INAPAFS A.C. A través del proyecto se implementaron mejores prácticas ganaderas en 50 ranchos alcanzando un impacto aproximado de 2500 hectáreas bajo manejo silvopastoril.
Un aspecto innovador de este proyecto fue la incorporación de franjas de conservación de selvas bajas y medianas, como estrategia para permitir la presencia de poblaciones sanas de especies de fauna como tzereques y tepezcuintles, que hacen parte de la dieta de los grandes felinos como el jaguar y el puma. De esta manera los productores han observado una menor incidencia de depredación en sus animales.
Con el proyecto se construyeron técnicas adaptativas en el sistema ganadero, por ejemplo, para hacer frente a la sequía, se ha implementado uso de tanques de almacenamiento de agua para distribución por gravedad a los bebederos en las mangas de pastoreo rotacional. En otras zonas, la adaptación ha tenido que ser contra el exceso de lluvia, por lo que han realizado zanjas filtrantes que permiten que el riesgo de inundación en los potreros disminuya.
Otro aspecto destacado del proyecto ha sido la transversalización de la perspectiva de género, para lograrlo se han realizado encuentros de mujeres ganaderas que están en proceso de conformar la primera Red de mujeres ganaderas de la Península de Yucatán.
“La ganadería silvopastoril es más rentable y amigable con el medio ambiente, en la ganadería convencional el animal está en muy malas condiciones... este tipo de espacios de encuentro son maravillosos para mí, poque me permiten seguir adquiriendo conocimiento de mejores prácticas para el cuidado de la naturaleza” - Bertha González, de Othón P. Blanco, Quintana Roo.

En Chiapas, en la Reserva de la Biosfera Selva El Ocote, Biomasa A.C. implementó el proyecto “Restauración productiva de microcuencas con sistemas agrosilvopastoriles” con el cual se logró la siembra de 12 mil plantas forrajeras, frutales y forestales en 55 hectáreas en 3 comunidades.
Además se fortalecieron las capacidades de las personas productoras en gestión y monitoreo de la calidad del agua y manejo de cuenca; se realizaron espacios de encuentro y coordinación con autoridades del municipio de Cintalapa, organizaciones civiles, Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), y sector académico, en la implementación de estrategias con enfoque de soluciones basadas en la naturaleza y se lograron sistematizar experiencias y aprendizajes en la implementación de mejores prácticas ganaderas para lapromoción de la conectividad ecosistémica a través de acciones para la protección de corredores ribereños.
Estas experiencias impulsadas dentro de la fase 7 del PPD son un testimonio desde las comunidades sobre como la ganadería puede dejar de ser un causante de deforestación y transformarse en una de las principales oportunidades para restaurar ecosistemas y conservar la biodiversidad.












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