por Andrea Alejandra Ysunza, Samantha Hernández Reyes y Sébastien Proust
El 19 de noviembre se celebra el “Día Mundial del Retrete”. Un día especial, poco conocido, y sin embargo de importancia vital para toda la humanidad. En el PPD México, lo festejamos en grande, gracias a nuestras aliadas, las comunidades locales, las cuales plantean desafíos interesantes sobre problemáticas concretas.
“¿Dónde encontramos un manual para baño compostero?” nos preguntó este año una cooperativa de turismo comunitario en cenotes y lagunas de la Península de Yucatán. Tener este tipo de eco-tecnología cerca de estas aguas destinadas al turismo, local o internacional, es importantísimo para evitar su contaminación. La respuesta, afortunadamente se encuentra en experiencias comunitarias previas, documentadas o contadas, las cuales presentamos a continuación en esta infografía.
¿Qué es el baño compostero? ¿No existen ya decenas de manuales sobre baños secos? La respuesta es muy sencilla: en el baño compostero, va junto con lo que los seres humanos “desechamos” después de la alimentación e hidratación. Está adaptado a los ecosistemas tropicales, donde la biodiversidad bacteriana es inmensa, dura todo el año (no hay invierno “frío”) y el calor permite la rápida evaporación de los líquidos. Por supuesto, hay un tema importante: se trata de filtrar la orina que cae, con un piso inclinado y cáscara de coco seca. Con ello, se quita el olor a amoniaco, y el líquido ya no contamina el aire del baño. El resultado de este baño: una composta, la cual después de “desactivarla” al sol o con agua hirviendo, se puede usar sin problema. Con ello reiniciamos el ciclo natural de los nutrientes, producir alimentos, comerlos, desecharlos, compostearlos, volver a sembrar.
Pero, ¿para retretes de agua ya existentes, qué podemos usar? Una solución ya probada son los biodigestores. Tecnología poco conocida, y como hemos observado en los cursos, normalmente no es usada de forma óptima. Sin embargo, pueden ser una solución en zonas sin acceso a drenaje, como es el caso en la mayor parte de la Península de Yucatán y zonas rurales. El principio, es similar al del baño compostero, por medio de bacterias que en un medio sin aire (anaerobio) ayudan a “digerir” los desechos humanos, generan lodos y líquidos como subproductos, que contienen mucho menos patógenos y pueden servir como biofertilizantes.
Partiendo de la necesidad de mejorar las capacidades en proyectos de turismo comunitario, organizamos en el 2019 un taller regional para conocer más sobre el manejo de residuos humanos. De ello surge el manual que presentamos hoy para celebrar el Día Mundial del Retrete. Los elementos que encontrarán en él están basados en la observación colectiva y abordan los siguientes puntos:
Si abren el biodigestor y encuentran plástico “PET” en él ¡es normal! Es el sustrato donde se fijarán las colonias de bacterias. No hay que quitarlo, es una innovadora forma de reusar el plástico que tanto contamina al planeta.
Tampoco encontrarán bacterias en el biodigestor, esas las produciremos las personas con el tiempo… y el uso.
Muchas veces se instala y después de la primera lluvia fuerte empieza a flotar. Esto se debe a una importante omisión en el proceso. El instructor nos enseñó que justo después de instalarlo es necesario llenarlo de agua. Sólo así puede funcionar bien desde el primer día, y evitar que flote.
El manual nos comparte otros elementos esenciales:
El biodigestor no limpia el agua, solo es un pretratamiento.
Es importante comprar o adaptar una trampa de grasa al sistema.
Adicionalmente, es un excelente complemento el establecer un humedal artificial al lado de la salida de agua tratada. Incluímos instrucciones para construírlo y sembrar plantas locales en él para finalizar el proceso de tratamiento.
Los desechos, humanos, animales, de insectos o plantas son componentes naturales del ciclo de la vida. Podemos usar drenajes y plantas de tratamiento de agua o sistemas ahorradores para reducir la cantidad de agua usada en el retrete, o no usar productos de limpieza dañinos. También, podemos buscar soluciones locales, respetuosas del ciclo natural, como las dos opciones presentadas aquí. En cualquier caso, el acceso al saneamiento es esencial para garantizar los derechos humanos, y por ello les invitamos a celebrar este Día Mundial del Retrete con una reflexión sobre la importancia del cuidado del agua y el impacto que tienen nuestras actividades diarias, incluyendo todo aquello que desechamos.
