2do Encuentro de Resiliencia Comunitaria
- PPD México
- 17 sept
- 5 Min. de lectura
Organizaciones y comunidades de Chiapas y la Península de Yucatán se unen para fortalecer e innovar procesos locales

Desde 2020, el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD), implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en conjunto con la Fundación Kellogg (WKKF), acompaña el fortalecimiento de comunidades y organizaciones de base comunitaria para aumentar su resiliencia ante los desafíos de la crisis climática.
En abril de 2023, como parte de las acciones del proyecto “Fortalecimiento de comunidades rurales y costeras en el sureste de México para aumentar sus capacidades de recuperación y resiliencia ante el cambio climático a través de acciones de inversión, restauración y de gobernanza locales”, se realizó el primer encuentro de Resiliencia comunitaria en el que participaron siete iniciativas de la Península de Yucatán. El encuentro permitió compartir los aprendizajes, reflexiones y acciones colectivas que permitan seguir fortaleciendo la resiliencia comunitaria.
Una segunda fase del proyecto, arrancada en 2024, permitió ampliar la zona de implementación a Los Altos de Chiapas e incluir nuevas iniciativas de la Península de Yucatán. En este contexto, los días 6, 7 y 8 de agosto de 2025, en Santa Elena, Yucatán, se realizó el segundo encuentro de Resiliencia comunitaria. Nueve organizaciones de base comunitaria y de la sociedad civil, seis provenientes de la península de Yucatán y tres de la región de Los Altos de Chiapas, se reunieron para dialogar y reflexionar en colectivo sobre los desafíos que enfrentan en sus territorios ante la crisis climática y compartir experiencias y metodologías para enfrentarlos.
Cada una de las organizaciones participantes impulsa a nivel local, una iniciativa que permita aumentar la resiliencia de las comunidades con las que trabajan a través de distintos mecanismos financieros y no financieros para responder ante los efectos negativos del cambio climático como: sequías, inundaciones, incendios forestales, aumento de la temperatura, entre otros. Además, implementan acciones que fortalecen las capacidades locales para la prevención y comprensión del riesgo de desastres en las comunidades.
Organizaciones participantes en el 2do Encuentro de Resiliencia Comunitaria
Unión MAJOMUT conformada por mil familias productoras de café de 35 comunidades de Los Altos de Chiapas, está implementando un Plan integral de adaptación al cambio climático con perspectiva de género en el sistema café y un fondo de contingencias para cafeticultores.
JOVENARTE A.C. de la mano de las juventudes del municipio de Tenejapa, están elaborando un Plan de acción local para la prevención y gestión de riesgos asociados al cambio climático.
Cántaro Azul A.C. en conjunto con los patronatos que se encargan de la gestión comunitaria del agua en los Altos de Chiapas, están implementando estrategias para fortalecer la gestión del agua e incorporando acciones de monitoreo climático.
Misioneros A.C. en conjunto con los Guardianes de las Semillas están incorporando acciones de reducción de riesgo de desastres con perspectiva de género, en seis comunidades en los municipios de Chacsinkín, Tixméhuac y Peto, en el sur de Yucatán. Además, fortalecen La casa de la buena semilla como mecanismo de resiliencia no financiero.
Fundación Ko'ox Tani está fortaleciendo las capacidades de 270 mujeres mayas del municipio de Yaxcabá, Yucatán, para adaptar sus sistemas productivos ante los desafíos climáticos e incorporando criterios climáticos en grupos de ahorro comunitario de mujeres.
La Junta Intermunicipal Biocultural del Puuc en Yucatán, impulsa una red de mujeres mayas apicultoras, meliponicultoras, campesinas y bordadoras, por medio del fortalecimiento y creación de mecanismos financieros y no financieros para la resiliencia ante efectos climáticos extremos, como la casa de la miel y la casa del agua.
La Alianza Peninsular de Turismo Comunitario está fortaleciendo la estrategia de resiliencia de 26 empresas sociales de turismo comunitario, por medio de la activación de un fondo de contingencia que disminuya situaciones de vulnerabilidad ante fenómenos hidrometeorológicos vinculados a la crisis climática.
Ejido San Pedro y PRONATURA A.C. en Tizimín, Yucatán, colaboran en el fortalecimiento de capacidades para la prevención de incendios forestales y la activación de un fondo de ahorro que permita la resiliencia financiera en la comunidad ante posibles impactos climáticos.
BACAB GIPS A.C está impulsando la creación de un comité comunitario hidrobiocultural para atender incendios forestales en Acanceh, Yucatán, además está preparando un fondo de respuesta ante incendios.
Los desafíos en común en el contexto de la crisis climática
Las organizaciones participantes identificaron las sequías, huracanes, tormentas tropicales, aumento de la temperatura y variación en los patrones de lluvia como los principales desafíos climáticos a los que se enfrentan, sin embargo, reconocen que otros factores ajenos al cambio climático como: expansión de la agroindustria, megaproyectos de infraestructura y la inseguridad para el trabajo en territorio, exacerban los impactos del cambio climático y representan un obstáculo para implementar acciones profundas de adaptación y resiliencia. Las organizaciones coincidieron en que para enfrentar los desafíos climáticos y no climáticos que amenazan sus territorios es necesario atender causas estructurales como la gobernanza local y la falta de vinculación con gobiernos municipales para acciones de Reducción del Riesgo de Desastres, la Adaptación al Cambio Climático, el abandono de medios de vida tradicionales y la migración de las juventudes rurales.

Resiliencia comunitaria
Durante el primer encuentro realizado en abril del 2023 las comunidades y organizaciones participantes, identificaron elementos para describir qué es la resiliencia comunitaria y cómo se entiende este concepto en la práctica cotidiana, sin embargo, no se logró concretar una definición que reflejara e identificara el trabajo multidisciplinario y diverso que realizan cada una de las organizaciones. A partir de esos elementos previamente identificados, durante este encuentro se construyó de manera colectiva la definición de la Resiliencia comunitaria que se busca fortalecer:
Aprendizaje continuo en la comunidad para tener la capacidad de enfrentar amenazas climáticas y socioambientales mediante la revalorización de conocimientos, experiencias y saberes ancestrales que reafirman la identidad cultural

Los siguientes pasos en colectivo. Comunidad de Aprendizaje para la Resiliencia Comunitaria
Este encuentro, permitió no sólo una reflexión grupal sobre los retos y desafíos, sino también compartir experiencias y saberes, y sentar las bases para afrontar los desafíos comunes de manera colectiva. Las organizaciones se visualizan como una comunidad de aprendizaje para la resiliencia comunitaria, para lograr su consolidación, identificaron algunas acciones a realizar en el corto y mediano plazo.
Continuar con espacios de diálogo y encuentro. Virtuales y presenciales, que permitan el intercambio de experiencias.
Consolidar una agenda común y acciones solidarias.
Compartir materiales audiovisuales de sus experiencias locales para la resiliencia comunitaria.
Fortalecer procesos con perspectiva de género e inclusión de juventudes.
Fortalecer capacidades para la gestión y administración de fondos y mecanismos de resiliencia financieros y no financieros.
Gestión de fondos para las acciones colectivas y la consolidación de la comunidad de aprendizaje.
Esta naciente comunidad de aprendizaje se presenta como una oportunidad de co-construir herramientas y mecanismos de resiliencia desde la experiencia y conocimientos de las comunidades. Es una oportunidad que invita a seguir construyendo alianzas y compartir aprendizajes en colectividad para responder a los desafíos que amenazan la sostenibilidad de los medios de vida, como la milpa maya, la cafeticultura o la apicultura, que han sido base para el bienestar de las comunidades del sur sureste de México.
Este encuentro termina con la certeza de haber dado un gran paso para fortalecer la resiliencia comunitaria y una perspectiva más clara de cómo seguir fortaleciendo procesos locales e innovadores.


