PPD México
Productos de la colmena: Cosecha, prepara y consume propóleo de abejas para mejorar tu salud
Texto y fotos por Wilbert Camaal Cauich · Muuch Kambal A. C.
Con talleres participativos en las comunidades de Hopelchén, la Alianza Maya por las abejas de la Península de Yucatán (Kaabnalo’on) en conjunto con el equipo Abejas de Ecosur y la organización Muuch Kambal A.C, realizan talleres para el aprovechamiento de los productos de la colmena. En esta ocasión se enfocó al propóleo de la abeja apis melífera.

Hopelchén, Campeche fue el lugar donde se realizó el taller: Cosecha de propóleo, sus beneficios, elaboración de tintura madre y pomadas. Este trabajo forma parte de un diplomado llamado “Formador de Formadores” que instruye a personas en temas de la apicultura, con el objetivo de transmitir los conocimientos en sus comunidades y grupos de trabajo. Con la ayuda del formador de la Kaabnalo’on en la región de Los Chenes, Everardo Chablé y diferentes personas de las comunidades de Hopelchén participaron en el taller teórico-práctico, donde adultos y jóvenes conocieron y reflexionaron la importancia del producto del propóleo.
Antes que nada, definamos: ¿Qué es el propóleo? El propóleo es una mezcla de resina de los árboles y aceites esenciales de las plantas que las abejas obreras recolectan apoyándose de sus mandíbulas y del primer par de patas. Es una sustancia natural pegajosa y de colores muy variados, puede ser desde café claro hasta negro. (Información proporcionada por Ecosur, en el cuadernillo: productos de la colmena para las familias campesinas).

El taller fue impartido por Florentina Hernández Galindo de la zona triqui de Oaxaca, actualmente radica en San Cristóbal de las Casas, Chiapas en donde se encuentra su centro de trabajo. Florentina lleva alrededor de 4 años trabajando en temas de las abejas para promover los productos de la colmena, para que las familias que tienen vínculo con las abejas conozcan otros productos, que son medicinales y que tienen propiedades para beneficio de la salud.
Quien acompañó a impartir el taller fue Jaime González Tolentino, que radica en Mérida, Yucatán; al igual que Florentina forma parte del equipo abejas de Ecosur, su experiencia con el trabajo con las abejas es desde hace 15 años, se enfoca en la parte técnica y en el asesoramiento de grupos comunitarios y manejo orgánico de las colmenas.

La sesión se realizó con dinámicas de presentación de los participantes, con un diagnóstico de preguntas sobre el conocimiento del producto del propóleo, las experiencias de cada persona con el producto de la colmena. Después, las personas despertaron el sentido del olfato, cuando en la sesión se les vendo los ojos, y los encargados del taller les ofrecían tres tipos de propóleo para que sintieran el aroma de las resinas y de los tipos de árboles donde se cosecharon. Fue tanta la sensación de la esencia del propóleo que los asistentes se conectaban con sus recuerdos del pasado y las vivencias con el trabajo de la apicultura. Tal es el caso de José Cauich que después de percibir la fragancia de los distintos tipos de propóleo comentó: “Me recordó a mi abuelo cuando lo acompañaba a cosechar la miel en el apiario“.
El momento de la práctica llegó y se realizó la elaboración de la tintura madre o extracto del propóleo, donde se prepararon 300 gramos de propóleo con 700 ml de alcohol etílico del grado 70°, donde en un frasco de cristal previamente esterilizado se colocó el propóleo en trozos pequeños sin ninguna impureza, seguidamente se colocó dentro del frasco la cantidad de alcohol. La mezcla en el frasco se bate manualmente para que alcohol absorba el extracto del propóleo durante 5 minutos y después se etiquete el frasco. Se deja reposar en un lugar fresco por 20 a 40 días. Manearlo diariamente por 3 a 5 minutos. Al concluir el lapso de tiempo se puede extraer la tintura con una jeringa, cuidando de no remover la pasta o tierrita debajo. El extracto final se deposita en envases de gotero. La dosis recomendada para adultos es 30 gotas en medio vaso de agua 3 veces al día, para niños rebajar a 10 gotas en medio vaso de agua 3 veces al día.

Después de la práctica se dio la explicación de la forma correcta de cosechar el propóleo de las abejas apis melífera. En las cajas de las abejas el propóleo lo podemos localizar en los bastidores, las tapas y en la piquera, se puede cosechar de tres maneras: la primera raspando directamente de la tapa y los bastidores cuidando de no recolectar residuos de madera. La otra manera es por medio de trampas caseras, se dejan aberturas con dos piedritas (1 a 1.5 cm) en la tapa de la colmena en la parte de atrás, es decir, en el lado contrario de la piquera, lo que dejará una abertura donde entra el frío, lo cual no les gusta a las abejas y comienzan de llenar de propóleo. La última manera de recolectar el propóleo es utilizando una trampa con rejillas de plástico con cuatro piedritas en cada esquina, luego se coloca la tapa, cuando los huequitos de la rejilla estén llenos de propóleo, se retira, se enrolla para amarrar y se mete en una bolsa plástica oscura.
De igual manera se preparó una pomada con una mezcla de propóleo y cera de la abeja, se le agrega el alcohol, toda la mezcla se realiza bajo fuego lento y moviendo la mezcla constantemente, luego de varios minutos de suspende del fuego y se coloca en recipientes pequeños esterilizados. El producto final es una pomada que se aplica directamente en la piel para combatir problemas de hongos y de irritaciones.
Para finalizar la sesión se realizó una práctica de reflexión respondiendo a preguntas detonadoras, que van desde la importancia de promover el cuidado de las abejas, lo importante que es consumir productos de la colmena en la familia y en la comunidad.
“La apicultura para nosotros los mayas representa nuestra identidad de vida, la asociamos con la defensa de nuestro territorio, sin territorio no hay abejas y sin abejas no hay vida”
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